Cervantes 2 (8 años)
Ana sigue aprendiendo algunos grupos fónicos más sencillos e importantes, con muchas actividades para aprender a pronunciar jugando con los sonidos. Ya es capaz de llevar un ritmo de conversación que le permite protagonizar algunas historias, haciendo presentaciones sencillas, representando personajes graciosos e incluso alguna vez se pone en el role del profesor. Las exposiciones en público son mucho más naturales y se siente especial cuando le aplauden sus compañeros y profesores al terminar.
Conforme va aprendiendo más vocabulario, Ana gana más confianza para hablar en público. El miedo a equivocarse ha desaparecido y forma parte del aprendizaje. Puede describir físicamente a las personas y la ropa que llevan puesta, así como expresar lo que le gusta y lo que no. Puede también explicar las habilidades de sus compañeros y los hobbies que tienen, en qué les gusta usar su tiempo libre, las mascotas que tienen o los objetos y habitaciones de sus casas.
Una clase de mayores ha retado a la clase de Ana a un juego de memoria: Cuentan uno por uno cosas que les gusta hacer, preferencias o partes de su casa. Los del otro equipo tienen que repetir, con sus palabras, lo que han explicado. Al final del juego sólo quedan Ana y Javi (un niño de la otra clase). El equipo de Ana estalla en gritos y aplausos cuando Javi no es capaz de recordar el nombre del caramelo favorito de Ana. Ya están contando los minutos que faltan para el próximo reto entre clases.
Todas las semanas la profe revisa sus cuadernos y se asegura de que apuntan correctamente las tareas en la Agenda. Todos los compañeros se esmeran mucho en que estén limpios y los dibujos son una pasada. La profe hace pequeñas competiciones para ver cuál es el cuaderno más bonito, o el que mejor letra tiene, o incluso el que mejor trabajo de redacción ha hecho. Eso les motiva mucho para hacer las tareas que la profe les manda para hacer en casa.
Tras 5 años en Cervantes Kids, la clase funciona como un reloj: Todos saben las normas a la perfección, tienen interiorizado que no se puede usar el castellano, nadie se queda atrás por miedo a preguntar, son capaces de escribir pequeños párrafos conectando ideas, han aprendido a pensar en inglés en lugar de tener que traducir constantemente lo que piensan… Y todo eso se refleja en los nuevos retos que son capaces de conseguir en cada sesión. Están listos para dar el salto a SKILLS el curso que viene en Cervantes Teens.